La Familia Cebrián Sagarrida también dirige otro proyecto vinculado a la marca Marqués de Murrieta pero en la región de Galicia, la prestigiosa bodega Pazo de Barrantes. Este proyecto solo elabora vinos blancos a partir de la uva embajadora de la región Albariño. Las 12 hectáreas de viñedos se encuentran en la D.O Ria Baixas en la subzona del Valle del Salnés, subzona considerada patrimonio de la uva Albariño.

Durante más de 10 años, Pazo de Barrantes ha trabajado en este proyecto que comienza con un minucioso trabajo en sus viñedos, garantizando en todo momento la máxima sanidad y calidad de sus uvas. Han reducido los rendimientos y realizado una exhaustiva selección de uva tanto en el propio campo como en su entrada a la bodega, permitiendo una maduración lenta y escalonada. Obteniendo parámetros de calidad únicos e idóneos para su envejecimiento.

Otra de las particularidades de la bodega es el uso de madera como ingrediente nuevo. Una pequeña proporción del vino en torno a un 15% envejece en barricas de Acacias, ganando volumen, complejidad y profundidad. Luego se suma una larga crianza en botella de más de año y medio, aportando la tranquilidad necesaria para que el vino se pueda definir y equilibrar totalmente.

Otro de los proyectos nuevos que se suma a la cava de todos los Iber es Sierra del Toloño, dirigido por Sandra Bravo enóloga y propietaria de la marca. Los viñedos se encuentran en lo alto de Sierra de Toloño en Rioja Alavesa y son viñedos antiguos con la mayor altitud de toda la región. Las uvas que están aquí plantadas son Garnacha, Tempranillo y Graciano, también en menor proporción Viura y Malvasía. La bodega es una pequeña construcción en Villabuena de Álava donde conviven los tanques de aceros, ánforas y viejas maderas de robles, un lugar donde la joven enóloga traduce el paisaje montañoso en vinos puros y expresivos. 

Sandra aprendió el arte de hacer vinos trabajando en otras regiones como Burdeos, Toscana, California y Nueva Zelanda. Al regreso paso 7 años en el Priorat comarca que la marcó mucho en su búsqueda de lograr vinos artesanales que expresen el respeto por la vid y de mínima intervención. 

Por último y siguiendo la línea de vinos de mínima intervención le presentamos el proyecto Can Sumoi. La pasión de Pepe Raventós por la recuperación del paisaje y viñedos viejos de alta montaña lo llevó a descubrir en la región de Penedés una vieja finca abandonada que data del 1645 a unos 600 metros sobre el nivel del mar con un total de 20 hectareas de viñedos de más de 50 años. En estas fincas también se encuentran tres masías de finales del siglo XVII donde se elaboraba vino.

 El proyecto impresiona por la gran belleza natural que la rodea y sus espectaculares vistas al Mar Mediterráneo. La vid debido a su edad es de muy bajo rendimiento dando uvas de muy buena calidad, pero muy poco volumen. Aquí se encuentra una gran riqueza de variedades de uvas como Parellada, Sumoll, Garnaxa, Xa-rello, etc. 

Can Sumoi además de situarse en el contexto de los vinos naturales es reconocida como una de las 100 mejores bodegas del mundo, según la prestigiosa revista americana Wine & Spirits. Los vinos de Can Sumoi nacieron en el 2017, todos ellos son vinos orgánicos y naturales elaborados con la menor intervención posible en todos los procesos de viticultura y vinificación.

 Somm. Brand Ambassador: Leo Guerrero